HISTORIA DE LA HERMANDAD

NUESTRA HISTORIA

  • Hermandad Católica Ferroviaria de San Íñigo y la Virgen de la Peña

Inicio:

Al amparo de la Federación Nacional de Hermandades Católicas de la Sagrada Familia, se constituyó en Calatayud una Hermandad que se puso bajo la advocación de los patronos de la ciudad, e instalándose en la parroquia de San Juan El Real cuyo párroco es el director espiritual de esta Hermandad.

Su fundación data del 20 de Agosto de 1950, fecha en que el Sr. Obispo de Tarazona D. Manuel Hurtado y García aprobó los estatutos de la Hermandad. Sus objetivos fueron varios, a cuyo efecto estaba formada por distintos Secretariados:

Secretariados:
  • Secretariado de Piedad
  • Secretariado de Caridad
  • Secretariado de Propaganda
  • Secretariado de Cultura y Deporte
  • Secretariado Social

Tuvo una vida muy activa en sus distintos Secretariados, cada uno dentro de su función especifica (visita de enfermos, acompañamiento de hermanos fallecidos, ayudas económicas o de cualquier tipo, etc.)

En el conjunto de la Federación Nacional de Hermandades, se celebraba anualmente una asamblea general, eligiendo cada vez un lugar diferente (Madrid, Burlada, Oviedo, Santiago de Compostela, Lourdes etc.) para conocer la actividad de cada Hermandad y fijar las directrices. Tenían una duración de seis días, y este tiempo permitía adquirir conocimientos y fijar criterios. A estas asambleas acudían los directivos de cada Hermandad además de su respectivo consiliario.



Estas asambleas se dejaron de realizan sobre 1976.

Fue el 1951 el primer año en el que se desfiló en las procesiones de Semana Santa, con un paso prestado por la Venerable Orden Tercera llamado “La coronación de espinas”, este paso era portado a hombros y se le añadió un arco que todavía posee en la actualidad. En el año 1955 se adquirió en los talleres de arte cristiano de la ciudad de Olot la imagen de Jesús Nazareno con la Cruz a Cuestas que es la que se porta en la actualidad.

Esta imagen fue bendecida ese mismo año con la solemnidad que merecía el acto, por el vicario que entonces residía en Calatayud.

Desde ese mismo año, participa en la Semana Santa bilbilitana el Miércoles Santo en un traslado procesional del Nazareno desde la capilla de estación (lugar donde descansa durante todo el año) hasta la Iglesia de San Juan el Real. Y el Viernes Santo en dos actos: Un Vía Crucis de penitencia a primera hora de la mañana, el cual era el único que se celebraba durante los actos de la Semana Santa de Calatayud. Su recorrido comenzaba en la Iglesia de San Juan y llegaba hasta las “casas baratas” (Ultrabaratas), allí los vecinos de ese barrio le hacían un arco con ramas de laurel bajo el cual pasaba el Nazareno. Ese mismo día se participa en la procesión general del Santo Entierro.

Estas procesiones eran acompañadas por largas filas de nazarenos con sus velas alimentadas de alcohol, que iluminaban y daban vida a las procesiones. En la actualidad, las velas de los nazarenos han sido transformadas de manera que son mas cómodas y mas vistosas.

La peana que tenemos actualmente la realizaron en gran parte (El chasis) los propios ferroviarios, más exactamente en la ciudad de Arcos de Jalón, y posteriormente, fue retocada en los talleres de Calatayud. Esta peana ha sufrido múltiples transformaciones, ya que los primeros pebeteros eran de barro y posteriormente se le añadió un vía crucis, además de unos embellecedores bañados en plata.

El vía crucis que rodea la peana se compró en Zaragoza y es de alabastro tallado a mano, además de 4 escudos de plata que están en los costados de la peana; los ocho pebeteros que iluminan el paso con sus llamas, que durante varios años fueron de color verde, han sido probablemente el mayor reclamo para la gente que nos ve en las procesiones. Actualmente, desde hace unos años se acordó para mayor seguridad de la gente, eliminar ese tipo de llama tan vistosa por una llama normal.

El problema residía en que para que la llama fuese de color verde se debía utilizar alcohol como medio de combustión y este es altamente inflamable.

Durante largos años, se realizó una rifa llamada “el vagón” la cual se hizo famosa en toda España, de Norte a Sur y de Este a Oeste, ya que en casi todas las estaciones del RENFE llegaba algún número del “vagón” de la Hermandad ferroviaria de Calatayud. Esta rifa se sorteaba con la lotería de Navidad (22 de Diciembre).

El 22 de Abril de 1995 se realizó una junta general extraordinaria con el fin de realizar un aperturismo, dado que la reducción de la plantilla de RENFE había mermado muy considerablemente el número de miembros de la Hermandad. Así pues, los asistentes a dicha reunión aprobaron modificar los estatutos de la Hermandad con el fin de que la Hermandad no muriera.

Desde esa fecha puede ser hermano cualquier persona sin necesidad de estar ligada al Servicio Ferroviario. Creciendo considerablemente el número de hermanos desde ese instante.

Ese mismo año se creó la banda de tambores y bombos en la cual participaron 22 personas el primer año (17 cajas y 5 bombos). Esta banda ha ido aumentando año tras año de número y en la actualidad el número de hermanos que la forman es de 59, dando una alegría y un rejuvenecimiento a la Hermandad muy notorio.

La “vida” de nuestra hermandad es muy activa durante gran parte del año participando en acciones benéficas como recogidas de papel, de ropa etc. También se han realizado peregrinaciones a Santiago de Compostela y a Lourdes.

El Domingo de Ramos, 16 de Abril del año 2000, se produjo uno de los momentos más emotivos en la “vida” de la Hermandad, su 50 aniversario.

El Acto Central de este día tuvo lugar por la tarde con una procesión del paso de la Hermandad, y con salida de la capilla de la estación hasta la iglesia de San Juan el Real. Pero no fue una procesión normal, ya que la Hermandad estuvo acompañada por una representación del Excelentísimo Ayuntamiento de Calatayud, de la Junta Mayor de cofradías de Semana Santa de nuestra ciudad y de la totalidad de cofradías de la ciudad de Calatayud, así como de diferentes pueblos como Borja y Gallur.

Este mismo año se realizó una muy necesaria restauración al Nazareno. Esta fue realizada de forma magistral por Encarna Rueda, y después de muchas horas de trabajo y de dedicación, el Nazareno quedó “como nuevo”. En la foto de la izquierda se puede apreciar el laborioso trabajo que se realizó con el Nazareno.

Lo expuesto anteriormente son unos de los muchos actos que se realizan a los largo del año, estas son otras actividades realizadas año tras año por la Hermandad:

Una novena a nuestro Nazareno Jesús con la cruz a cuestas en la capilla de la estación. Esta termina cada año el día anterior, en el que se realiza el traslado procesional del Nazareno hasta San Juan.

Varias salidas de la Banda de Tambores y Bombos de la Hermandad tanto en exaltaciones como en procesiones. En las exaltaciones se ha visitado un gran número de ciudades de Aragón tanto de la comarca de Zaragoza como la de Teruel: Gallur, Mallen, Tarazona, Borja... La muestra está en el gran número de trofeos que guardamos en la capilla como recuerdo de estas participaciones.

Nuestro traje está formado por una túnica de color negro, con el fajetín y los botones de color azul, capirote también de color azul; y sólo para los miembros de la banda capa del mismo color.

En el año 1995, se acordó añadir al traje una medalla que se llevará en todos los actos organizados por la Hermandad. Esta medalla se bendice a cada hermano nuevo en un bonito acto el sábado anterior al Domingo de Ramos, durante el acto de la novena a nuestro Cristo.

Posteriormente, se pactó que cada hermano llevase el anagrama en la parte delantera del capirote.

Nuestra sede está en la capilla de la estación, donde se encuentra "El Nazareno" durante todo el año.

En el año 2010 se restauró la peana en los talleres de Molom. S.L en Calatayud, y se introdujeron cambios en el formato de cómo se colocan los claveles, tal y como se ven en la actualidad, dando la sensación de un manto de claveles rojos cubriendo la superficie de la peana.